Después llega Un amor sin dolor, un himno a la sanación. El cantante nos muestra cómo, tras tocar fondo, comienza a reconstruir su vida paso a paso. La casa vacía vuelve a llenarse de objetos elegidos por él, reflejando amor propio, aceptación y una nueva etapa llena de luz.

En Recuérdame amar, Joshua nos presenta el florecimiento de un amor verdadero. La historia continúa con una nueva pareja que valora lo que antes fue criticado. La casa se llena de calidez, risas y complicidad, simbolizando que después de la tormenta siempre llega la calma y el amor sano.

Finalmente, Mi rosa cierra el EP como la celebración de un amor auténtico y duradero. La rosa, un elemento rechazado en el pasado, se convierte en el símbolo central de esta nueva relación, cuidada, admirada y celebrada.

Los videoclips que acompañan Ciclos son una verdadera película dividida en cuatro actos. La producción juega con luces, sombras, desapariciones y transformaciones visuales que logran hacer palpable el dolor, la soledad, la introspección y la esperanza. Cada plano está pensado para que el público no solo escuche, sino que viva cada momento.

“Ciclos habla de todos nosotros. Del dolor, del vacío, pero también de la fuerza de empezar de nuevo y del amor que llega cuando menos lo esperas”, comparte Joshua León.